POLÍTICA DE COOKIES:

Utilizamos cookies propias y de terceros para obtener datos estadísticos
dela navegación de nuestros usuarios y mejorar nuestros servicios
Puedes aceptar todas las Cookies pulsando el botón “ACEPTAR”.
Puedes rechazar todas las Cookies (excepto las cookies funcionales)
pulsando el botón “RECHAZAR”.
Encontrará más información en nuestra Política de Cookies.

Con el patrocinio de SANOFI

VISOR COMUNICACIONES

Visor de comunicaciones patrocinado por:

Buscar por:


Tratamiento de fracturas toracolumbares estables mediante cifoplastia tipo stent: Resultados clínicos, radiológicos y laborales.

Autores:

DOLORES PILAR GARRIDO POZO, LARRAITZ BERGARA NIETO, ANDREA PANIAGUA GONZALEZ, MIGUEL ORTEGA DE SANTIAGO, ALBERTO CABALLERO GARCIA, EDUARDO HEVIA SIERRA

Categoría:

Columna

Introduccion:

Las técnicas de stent vertebral siguen el principio biomecánico de la cifoplastia con balón, consistente en la restauración de la altura vertebral y el aumento de estabilidad del cuerpo mediante la inyección de PMMA, añadiendo un soporte de titanio. Las ventajas atribuidas a estos dispositivos son la mayor capacidad de levantar los cuerpos y la menor cantidad requerida de cemento, con la teórica disminución de complicaciones asociadas a fugas. Por otra parte, se acortaría el tiempo de tratamiento, acelerando la incorporación laboral.

Objetivos:

Estudio retrospectivo de pacientes con fractura toracolumbar tratados con cifoplastia stent, evaluando resultados clínicos, radiológicos y laborales.

Material y metodología:

Pacientes con fractura torácica/lumbar tratados con cifoplastia stent y seguimiento mínimo 6 meses. Se analiza tipo y nivel de fractura, tiempo hasta cirugía, características clínicas y radiológicas, días de hospitalización y baja laboral. Se considera el tipo de trabajo, complicaciones, secuelas y dolor final.

Resultados:

16 varones y 6 mujeres. Edad media de 49 años (32-61). 13 con esfuerzo laboral alto, 6 medio, 3 bajo. 5 presentaban osteopenia, 6 antecedentes en columna, 2 fractura EDR asociada y 1 pilón tibial. Seguimiento 404’59 días (187-747). Preoperatoriamente, todos tenían RX, 18 RM y 10 TAC. Postoperatoriamente todos RX, 6 RM y 6 TAC. Se trataba de fracturas A1 y A3 de la clasificación AO y con 3 puntos ó menos de la TLICS. Nivel de fractura entre T6 y L4, siendo L1 el más frecuente (16). Media de días hasta cirugía 28’36 (5-97). Tiempo medio quirúrgico 60 minutos (30’-90’), con 88.69 segundos (60-148) de escopia. Hospitalización postoperatoria 1.05 (1-2 días). Todos aumentaron la altura del cuerpo vertebral y mejoraron el EVA. No hubo fugas a distancia ni al canal, aunque 16/22 (77.72 %) presentaron pequeñas en la vecindad . 18 con alta laboral. 2 baja (1 HSA, 1 osteopenia). 1 IPT (albañil 61 años). 1 IPP. Días de baja laboral: 137’11 (51-341). Pacientes sin fracturas o espondilolistesis asociadas tuvieron una baja media de 92’33 (51-142).

Conclusiones:

El tratamiento de fracturas vertebrales con esta técnica conlleva corto tiempo quirúrgico y breve hospitalización, sin complicaciones relevantes y poco más de cuatro meses de media de reincorporación laboral.