Autores:
Categoría:
Tumores (cualquier zona)
Introduccion:
El principal diagnóstico diferencial del lipoma gigante es el liposarcoma bien diferenciado. Se trata de dos tumores radiológicamente similares pero con un pronóstico diferente.
Objetivos:
Analizar los parámetros clínicos y radiológicos asociados a malignidad en tumores lipomatosos, que permitan diferenciar los lipomas gigantes de los liposarcomas de bajo grado.
Material y metodología:
Estudio retrospectivo de 60 pacientes tratados en nuestra Institución. Se recogieron variables epidemiológicas y se revisaron los informes médicos e imágenes radiológicas para determinar las características del tumor, comparando su comportamiento con el de la grasa normal del tejido subcutáneo.
Resultados:
Nuestra serie consta de 24 liposarcoma lipoma-like y 36 lipomas gigantes. La edad media al diagnóstico fue 54 años y la distribución por sexos fue homogénea. El tiempo medio de seguimiento fue 45.8 meses. Doce tumores eran retroperitoneales y 48 no retroperitoneales. El principal motivo de consulta fue la presencia de una tumoración, en ocasiones doloroso. La mayoría de los pacientes que presentaban dolor fueron diagnosticados de liposarcoma (p=0,027). El tamaño medio de los lipomas gigantes (13cm) y de los liposarcomas (19,6cm) presenta diferencias estadísticamente significativas (p=0,011), al igual que la distribución anatómica: todos los tumores retroperitoneales excepto uno, eran liposarcomas (p<0,001). Todos los tumores que clasificamos como “grasa normal” mediante las imágenes de RM, eran lipomas. Doce lipomas (44.4%) y 14 liposarcomas (82.4%) presentaban septos en su interior (p=0,026). La mayoría de los tumores que presentaban nódulos fueron liposarcomas (p=<0,001). Se identificaron 16 pacientes diagnosticados por el radiólogo de "posible liposarcoma”. Entre ellos, 10 tenían en realidad un lipoma y 6 tenían un liposarcoma lipoma-like.
Conclusiones:
La localización retroperitoneal está asociada a tumores malignos. Los tumores que presentan la misma intensidad de señal que el tejido celular subcutáneo en todas las secuencias de RM sólo pueden ser lipomas. La presencia de septos, aunque se asocia a liposarcomas, se observa con relativa frecuencia en lipomas gigantes, mientras que, la presencia de nódulos de diferente intensidad de señal en el interior de una tumoración lipomatosa es indicativo de malignidad.