Autores:
Categoría:
Mano y muñeca
Introduccion:
La rotura del extensor pollicis longus (EPL) puede presentarse de forma espontánea , tras fracturas de radio distal tratadas conservadoramente o mediante osteosíntesis, tratamiento con corticoides o en artritis reumatoide. La sutura terminoterminal del EPL suele tener malos resultados y se opta por la transposición del Extensor Indicis Propius (EIP).
Objetivos:
Valorar los resultados clínicos de la técnica y describir la experiencia en nuestro centro.
Material y metodología:
Se realizó un estudio observacional descriptivo y retrospectivo de 33 casos intervenidos entre 1998 y 2017, mediante transposición del EIP al EPL y sutura tipo Pulvertaft, tras ser diagnosticados de rotura del EPL. Los criterios de exclusión fueron la realización de sutura terminoterminal, sección tendinosa aguda del EPL por heridas incisas y el uso de plastias para la reparación. Se recogieron la edad, sexo, actividad laboral, mano dominante y antecedentes relevantes. Se valoraron la extensión y flexión de la articulación metacarpofalángica e interfalángica del pulgar, la elevación, oposición y abducción mediante los test de Geldmacher y el método específico de evaluación del EIP-EPL (SEEM). Por otro lado se midió la fuerza de pinza y de agarre. Se valoró la satisfacción de los pacientes y el DASH.
Resultados:
Los pacientes tenían una edad media de 58,34 años (14 varones y 19 mujeres), el brazo dominante estaba afecto en el 67 % de los casos, El mecanismo lesional más frecuente fue el postraumático o tras fractura de radio distal (22 casos) La abducción fue del 93%, la oposición del 94%, la fuerza de agarre del 92% y la pinza del 89%. Se obtuvieron buenos y excelentes resultados en el test de Geldmacher (17-22 puntos) y SEEM (61-100 puntos) en el 80 % de los pacientes. En 5 pacientes no se consiguió una tensión adecuada, reflejándose en un déficit de elevación (pulgar-mesa), aunque no fue necesaria la reintervención por este motivo. El DASH obtuvo puntuaciones de 10 y el 87% de los pacientes se encontraban satisfechos con el resultado.
Conclusiones:
La transferencia del EIP al EPL es una técnica simple y efectiva con una baja incidencia de complicaciones, pero que requiere una adecuada tensión para conseguir la correcta función del pulgar.