Autores:
Categoría:
Trauma
Introduccion:
Clásicamente el tratamiento quirúrgico de la triada maligna se acompañaba de un porcentaje inaceptable de malos resultados. Protocolos sistemáticos de actuación ante esta lesión parecen haber mejorado los resultados funcionales.
Objetivos:
Realizar una evaluación clínico-radiológica de pacientes intervenidos por triada maligna de codo en nuestro centro durante 2014-2017.
Material y metodología:
Estudio observacional retrospectivo con evaluación funcional y radiográfica prospectiva, empleando escalas MEPS, DASH, EVA y medición del balance articular. Radiográficamente se analizaron, el mantenimiento de la reducción, signos de artrosis (Broberg and Morrey) y calcificaciones heterotópicas (Hastings and Graham).
Resultados:
21 pacientes con edad media de 59.7(20-80), y un seguimiento medio de 14 meses (13-28) completaron la evaluación. En relación a la técnica quirúrgica: en 10 pacientes se fijó la coronoides mediante arpón, en 4 con sutura transósea y en 7 no se fijó. La cabeza radial fue sintetizada en 7, en 10 se implantó prótesis, en 2 se resecaron fragmentos no sintetizables y 2 no precisaron tratamiento (Mason I). En todos los casos se reparó el ligamento colateral lateral y ningún caso se reparó el colateral medial, ni precisó fijación externa. El balance articular medio fue de: flexión 122º (70-140), extensión -20º (0--45), supinación 70º (20-90) y pronación 80º (30-90). Los resultados funcionales fueron: 85 puntos (60-100) en la escala MEPS, 22 (1- 62,5) en el DASH y 1,5 (0-3) en la escala EVA. Un paciente presentó disestesias cubitales, un paciente precisó retirada de la prótesis de cabeza radial (5 m postcirugía) y 7 pacientes presentaron osificaciones heterotópicas grado I. Ningún paciente tuvo recidiva de la inestabilidad.
Conclusiones:
Que la mayoría de las triadas no precisaran la reparación del ligamento colateral medial o implantación de un fijador externo, sugiere que la reparación del ligamento colateral lateral y la capsula anterior junto a la reconstruccion de la cabeza radial, suelen ser suficientes para conseguir la estabilización del codo con unos buenos resultados funcionales.