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Tobillo y pie
Introduccion:
En los últimos años ha crecido el interés por el conocimiento y manejo de las complicaciones del pie diabético. Cerca del 15% de los pacientes diabéticos presentarán una úlcera en el pie, porcentaje similar al de los que presentarán una enfermedad de Charcot. La neuropatía evolucionada comporta una pérdida de la sensibilidad protectora, iniciando un proceso progresivo de fragmentación y reabsorción osteoarticular. Si, a pesar de un buen tratamiento ortopodológico, las deformidades no se controlan y tenemos riesgo o presencia de ulceración (bursitis, eritema…), puede estar indicado tratamiento quirúrgico.
Objetivos:
Evaluar los resultados obtenidos mediante la aplicación de la osteotomía percutánea de Dwyer instrumentada en pacientes con artropatía de Charcot de difícil manejo y presentación de la técnica respecto a los procedimientos tradicionales. A esto hay que añadir el alargamiento del gemelo o tendón de Aquiles, ya que una excesiva flexión plantar es con frecuencia la causa que inicia la desestructuración de la parte media del pie, el área más afectada.
Material y metodología:
Serie de casos de pacientes diabéticos de larga evolución con mal control metabólico y afectación microangiopática, así como artritis reumatoides erosivas que condicionan úlceras crónicas de mala evolución durante años. Se analizan: tipo de técnica quirúrgica empleada y tiempos de consolidación y cierre de las úlceras cutáneas. Se valoran mediante escala AOFAS del pie.
Resultados:
Más del 90% de los pacientes han conseguido consolidación de las osteotomías realizadas mediante cirugía mínimamente invasiva, con mejoría del apoyo plantar y desaparición de las úlceras que motivaron la cirugía. En todos los casos se registró una clara mejoría de sintomatología y movilidad tanto subjetiva como objetiva, partiendo de los resultados obtenidos mediante la escala AOFAS.
Conclusiones:
La cirugía mínimamente invasiva se revela como una alternativa eficaz y poco agresiva en pacientes con úlceras de evolución tórpida provocadas por un mal apoyo biomecánico. Su aplicación supone un nuevo enfoque terapéutico para tratar las secuelas del Pie de Charcot, consiguiendo resultados muy satisfactorios. Todo ello, sumado a las ventajas de emplear una cirugía mucho menos cruenta que la cirugía abierta: menor pérdida de sangre, menor estancia hospitalaria y disminución de la probabilidad de infección del lecho quirúrgico.